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La creciente adopción de los contratos inteligentes ha planteado numerosos desafíos legales y regulatorios en todo el mundo. A medida que esta tecnología continúa evolucionando y se utiliza cada vez más en gran variedad de industrias, es importante comprender tanto los desafíos como las oportunidades que plantea.

Los contratos inteligentes conllevan problemáticas en términos de autenticación, jurisdicción, privacidad y seguridad, derechos del consumidor, impuestos y otros temas clave que deben ser abordados adecuadamente para garantizar su adopción y uso efectivos.

Hoy exploraremos esos desafíos y examinaremos posibles soluciones, desde la aplicación de leyes existentes hasta la creación de nuevas regulaciones y estándares.

Relevancia legal

Por definición, un contrato es relevante en el aspecto jurídico y legal porque es la herramienta principal para hacer valer un acuerdo. Un contrato inteligente, entonces,  es un programa informático que hace valer acuerdos y elimina la necesidad de intermediarios, pues automatizan el cumplimiento de las cláusulas contractuales.

Los contratos inteligentes tienen implicaciones legales en varias áreas, como la ley de contratos, la ley de propiedad, la ley de valores y la ley fiscal. Sin embargo, conllevan retos únicos, como la trascendencia de fronteras geográficas y el hecho de tener que funcionar bajo un esquema que se ajuste a todos los países implicados.

Además, al estar diseñados para ejecutarse de manera automática, en función de ciertas condiciones, nacen nuevas dificultades en cuanto a la privacidad, la seguridad y la protección de datos. Tanto los reguladores como las partes involucradas deben trabajar juntos para garantizar que se utilicen de manera justa y eficiente en el futuro.

El problema de la autenticidad

Autenti

El problema de autenticar contratos inteligentes se debe en gran parte a la naturaleza descentralizada de la tecnología blockchain en la que se basan. A diferencia de los contratos tradicionales, que a menudo son supervisados por intermediarios “confiables”, los contratos inteligentes se ejecutan automáticamente en la red blockchain y son visibles para cualquier persona en la red.

Como resultado, existen varias trabas en cuanto a cómo autenticar los contratos inteligentes, incluyendo:

  • Verificación de la fuente: es importante verificar que una fuente legítima y autorizada creó el contrato inteligente. En algunos casos, los contratos inteligentes son vulnerables a ataques de piratería o ser creados por personas no autorizadas.
  • Verificación del código: se deben verificar los códigos de programación para garantizar que el contrato inteligente esté funcionando como se pretendía. Los errores en el código pueden resultar en errores o violaciones de los términos del contrato.
  • Verificación del cumplimiento: se debe verificar que el contrato inteligente se haya ejecutado correctamente y que se hayan cumplido todos los términos del contrato. Si bien esto puede ser fácil de verificar en los contratos inteligentes más simples, puede ser algo engorroso en contratos más complejos.

Aun así, no hay de qué preocuparse, pues mientras lees esto se están desarrollando nuevas soluciones tecnológicas para subsanar los desafíos de autenticación, como la firma digital y la criptografía, que pueden ayudar a verificar la fuente, el código y el cumplimiento de los mismos.

El papel de la ley

Las leyes existentes pueden aplicarse a los contratos inteligentes en varias áreas:

  • Ley de contratos: Establece los requisitos para la creación de un contrato legalmente vinculante, como el consentimiento de las partes, la capacidad legal y la identificación de las partes.
  • Ley de propiedad: Establece los derechos y obligaciones relacionados con la propiedad, incluyendo la propiedad intelectual. Los contratos inteligentes son utilizados para crear y administrar propiedad intelectual, como derechos de autor y patentes. Los tokens generados por los contratos inteligentes también pueden representar propiedad de activos físicos, como bienes raíces y obras de arte, y se pueden utilizar para transferir la propiedad de estos activos de manera segura y eficiente.
  • Ley de valores: Regula la emisión y comercialización de valores, como acciones y bonos. Los tokens generados por contratos inteligentes pueden representar valores y, por lo tanto, pueden estar sujetos a la regulación de valores.
  • Otras áreas relevantes: Además de las leyes ya mencionadas, existen otras áreas relevantes, como la privacidad de los datos, el cumplimiento normativo y la ley fiscal. Es importante tener en cuenta estos aspectos legales al diseñar y utilizar contratos inteligentes para garantizar su legalidad y cumplimiento reglamentario.

Protección del consumidor

Para garantizar que los derechos de los consumidores estén protegidos en el uso de contratos inteligentes, los reguladores pueden tomar medidas como las siguientes:

  • Requerir que los proveedores de contratos inteligentes brinden información clara y fácil de entender sobre los términos y condiciones del contrato, incluidos los riesgos y beneficios.
  • Establecer estándares y directrices para la protección de datos personales y privacidad en los contratos inteligentes.
  • Asegurar que los consumidores tengan acceso a mecanismos de resolución de disputas justos y efectivos.
  • Fomentar la educación y la alfabetización digital de los consumidores para que puedan entender y aprovechar los beneficios de los contratos inteligentes.

El tiempo dirá…

Cyber

Aún estando preparados, conociendo la información disponible y creando planes y estructuras de contención, siempre existirán variables que escapan a nuestro entendimiento, y es por eso que jamás podremos adivinar el futuro.

Hoy existen problemas específicos en torno a los contratos inteligentes, pero conforme la tecnología vaya avanzando, se irán resolviendo y apareciendo nuevos.

El ser humano es el animal que controla el mundo debido a su poder de adaptación, su fuente inagotable de invención y su infinita perseverancia, y los contratos inteligentes no son más que una pequeña herramienta que nos permite seguir evolucionando y perfeccionándonos.

Nadie sabe qué le depara en el futuro a los contratos inteligentes, pero algo seguro es que nos impulsarán en nuestro camino a la adopción tecnológica universal y pronto llegará el día en que sea impensable pactar un acuerdo fuera de la cadena de bloques.

Estamos construyendo el futuro a través del presente, y lo que nos espera es digno de una novela de Julio Verne.